A veces es complicado. Ciertamente cuanto más metidos estamos en este mundillo más queremos y nos cuesta más conformarnos. Pasan los años y nos vemos ofuscados en pillar la ola más grande, la bajada más extrema, el aéreo más alto, la maniobra más estilizada, el tubo más largo. Bua! Son tantas cosas en la cabeza que al final uno queda atrapado en la imagen que quiere proyectar y pierde el sentido de lo que le rodea. Y la esencia de esto siempre fue la misma, el dis-frute!
O acaso ya nadie se acuerda de su primera ola? O de las madrugadas con los colegas para coger el bus (o la guagua si vives en mi nueva tierra adoptiva :P) e ir a la deriva sin saber si el pico realmente estaba rompiendo o no? De las cervezas post-sesión y las cervezas esperando a que el swell subiera? De esos tubos y maniobras inventadas que justo te salían cuando nadie miraba? O de cómo las olas crecían de tamaño en la memoria cuando se las contabas a los colegas meses después?
Quién no se acuerda de llegar a ese spot perdido con los colegas y encontrarse un baño perfecto y solo? Quién no recuerda la sensación de cosquilleo que en ese momento le recorría la espalda para acabar en una sonrisa tonta y embobada mientras tus colegas corrían al agua al grito de “tonto el último”?
Esto siempre se ha resumido en el dis-frutar, el jolgorio, las payasadas en y fuera del agua, la dicha de compartir momentos con uno mismo y, sobretodo, con los demás.
Así que recuérdenlo siempre, mucha fruta para todos.
Keep the stoke.
Javi Cuenca Gómez
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